Mendoza/Uspallata al desnudo: una capacitación en minería reveló el mapa de la necesidad
- 3 de julio, 2025
Una convocatoria de capacitación realizada por PSJ, desbordada por la demanda, revela la profunda necesidad de oportunidades laborales en las zonas rurales.

Edwards Gajardo
La alta demanda que tuvo la inscripción para un curso gratuito de perforación diamantina en Uspallata es mucho más que una noticia local. Puede ser considerado un termómetro social y económico que mide la fiebre de la necesidad, que hoy se hace latente en este distrito de Las Heras, pero que sin miedo a equivocarme, existe en todas las zonas rurales de Mendoza. Es un eco potente de la realidad que viven miles de familias fuera de los grandes centros urbanos, donde la precariedad laboral y los bajos ingresos son una constante, y la capacitarse para trabajar en algo que les entregue un salario digno es una esperanza real.
Las cifras de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV 2024) de la DEIE son elocuentes. El ingreso individual medio en las áreas rurales de Mendoza se sitúa en $328.974, significativamente por debajo de los $454.628 de las zonas urbanas. A esto se suma una tasa de ocupación rural del 40,1%, inferior a la de las ciudades, y una concentración de empleo en micro y pequeños establecimientos. En Uspallata, el Estado es el principal generador de empleo (70% de la población activa), mientras que el sector privado ofrece mayormente puestos temporarios y precarios, ligados a ciclos agrícolas y turísticos que no garantizan estabilidad. Los salarios insuficientes y la dependencia de "changas" o asignaciones estatales son la moneda corriente para muchos.
Necesidad de oportunidades
En este escenario, la respuesta de Uspallata a la capacitación en perforación diamantina ofrecida por PSJ sorprendió a la misma empresa, que vio superada la expectativa con creces. Con 148 inscriptos para 40 cupos (en sólo tres horas), el interés superó en un 370% la oferta inicial. Este dato no es un caso aislado, sino que es la manifestación de una urgencia generalizada en las áreas rurales mendocinas.
Un ayudante de perforaciones diamantinas tiene un salario mensual de aproximadamente $1.200.000. Comparar esta cifra con el ingreso rural promedio de $328.974 revela el verdadero motor detrás de la masiva inscripción. Es la promesa de una transformación económica radical. Si una oportunidad de formación técnica, vinculada a una industria con potencial de empleos calificados y mejor remunerados, genera tal demanda en Uspallata, es razonable inferir que una situación similar se replicaría en muchas otras localidades rurales de la provincia.
En Mendoza, en las zonas rurales el 64,9% de los ocupados trabaja en lugares con hasta 5 personas. El 29,4% se desempeña en establecimientos de 6 a 40 personas, y un 4,6% en aquellos de 41 a 200 personas. La presencia de grandes empresas con más de 200 empleados en zonas rurales no es estadísticamente significativa, de acuerdo al relevamiento de la DEIE de 2024. Ante eso, una oportunidad de formación y, eventualmente, cambiar sus trabajos precarios por otros con mejores condiciones y estabilidad, moviliza más allá de los debates s.
Lo que se puede inferir tras estos datos, es que la gente no está pidiendo un debate ideológico; sino que está demandando herramientas y oportunidades concretas para progresar. Por eso, dentro de los grupos que apoyan el desarrollo de la minería en ese distrito de Las Heras, consideran que el interés mostrado en la primera capacitación netamente técnica ofrecida por la empresa minera, demuestra que se está construyendo una licencia social a partir de una visión más pragmática dentro de una sociedad en la que carecen de oportunidades.
Empleo estable y calificado
Este "termómetro" uspallatino revela que, en las zonas rurales, la capacitación orientada a sectores productivos con demanda real y salarios competitivos es vista como una vía para salir del ciclo de la precariedad. La minería, en este contexto, no es solo una actividad económica; es percibida por los interesados como una fuente de empleo estable y calificado que puede terminar con la informalidad.
La alta demanda por el curso de perforación diamantina en Uspallata es un mensaje claro. Hay una alta necesidad de oportunidades laborales que brinden estabilidad y salarios significativamente superiores al promedio rural. Es una señal de que el foco debería estar en generar desarrollo local y oportunidades tangibles, más allá de los debates teóricos
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