Mendoza: Ianigla confirmó la existencia de glaciares en la zona de Cerro Amarillo
- 28 de febrero, 2023
En un comunicado,científicos del Ianigla CCT-Conicet Mendoza detallaron que la ubicación del proyecto minero coincide con la existencia de 47 cuerpos de hielo que alimentan la subcuenca del Río Grande

Detallan que no es incumbencia del organismo efectuar declaraciones de impacto ambiental.
Zulema Usach
zusach@mdzol.com
En Cerro Amarillo se ubican casi 50 formaciones de hielo correspondientes a glaciares.
Este lunes en horas del mediodía, el equipo de científicos e investigadores que integran el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla) compartió a través de sus redes sociales un concreto comunicado en el que se refiere al proyecto minero Cerro Amarillo (Malargüe). En el texto, el área dependiente del Centro Científico y Tecnológico de Mendoza (CCT-Conicet Mendoza) confirma la existencia de glaciares en la zona donde el Gobierno de Rodolfo Suarez ahora busca consenso en la Cámara de Diputados para obtener la declaración de impacto ambiental y así poder comenzar con los trabajos de exploración; un paso inicial para instalar la mina que buscaría extraer cobre de la cordillera mendocina.
"Con respecto al sector en donde se emplazaría el proyecto minero denominado “Cerro Amarillo”, se observa que en el lugar hay 47 cuerpos de hielo (conformado por 58 polígonos) que cubren una superficie de 3,42 kilómetros cuadrados, todos ubicados en la subcuenca del río Grande. Los mismos se distribuyen desde los 2.777 metros sobre el nivel del mar. hasta los 3.709 metros sobre el nivel del mar. La mayor parte del área cubierta corresponde a glaciares de escombros (activos e inactivos) representativos del ambiente periglacial", indica el informe dado a conocer por el área científica.
Para dar cuenta de esa afirmación, el Ianigla destaca como matriz fundamental al Inventario Nacional de Glaciares, un trabajo específico, histórico y pormenorizado mediante el cual se "contabilizan" de manera periódica los glaciares existentes, en el marco de la Ley Nacional N° 26.639, que estipula la protección de glaciares y el ambiente periglacial. La última de estas investigaciones se relevó en 2015 y los resultados se dieron a conocer en 2018. Lo cierto es que en el marco de ese estudio, los especialistas dedicados al tema realizaron el control de campo de todas las subcuencas, en particular la subcuenca denominada Grande Norte.
Allí, indica el informe, se efectuaron los trabajos en el sector de Laguna del Cajón Grande y Valle Noble. Justamente en este sector ubicado al oeste de Malargüe -indica el Ianigla- el inventario muestra que "se han identificado y mapeado geoformas en el sector que coincide con el proyecto denominado Cerro Amarillo, que corresponden a glaciares y geoformas periglaciares".
El proyecto del Gobierno de Mendoza busca extraer cobre en la zona.
Al efectuar esa confirmación, los especialistas además aclararon que desde el instituto dependiente del Conicet no existe una postura "respecto de la afectación de glaciares por el proyecto Cerro Amarillo" sino que el mismo se limita a dar a conocer los resultados concretos del mencionado inventario. Por otra parte, destacaron que no es "incumbencia" del Ianigla elaborar informes de impacto ambiental y puntualizaron que dicho inventario delimita cuerpos de hielo, no ambientes y que "constituye una herramienta más en el proceso de toma de decisiones, pero no es concluyente por sí mismo".
El proyecto
Cerro Amarillo, está ubicado a 60 kilómetros de la Ciudad cabecera de Malargüe. Las primeras fases del proyecto que busca impulsar el gobernador Rodolfo Suarez para extraer cobre en la zona se incluye, (en una primera etapa y una vez cumplida la instancia de evaluación del impacto ambiental), la perforación de nueve pozos exploratorios de unos 400 metros de profundidad. El objetivo será determinar las características del suelo y evaluar el potencial geológico del yacimiento, cuyo mineral predominante es el sulfuro de cobre, con presencia de otros elementos que se deberán extraer mediante técnicas de flotación.
Esto implica la puesta en marcha de procedimientos fisicoquímicos de separación de minerales o de compuestos dispersos. Vale decir que el proceso de flotación implica la concentración de minerales y se realiza en tres fases: líquido, sólido y gas. Luego es necesario separar el mineral valioso de aquél material no valioso aprovechando sus características físicoquímicas mediante la adición de reactivos. Ese procedimiento propicia la generación de espumas y su posterior colección mediante canaletas o "launders", para lo cual se utilizan equipos mecánicos, y/o neumáticos, denominadas celdas de flotación.
El proyecto de Ley para aprobar la Declaración de Impacto Ambiental y avanzar así en la etapa de exploración de la mina que estaría ubicada en Malargüe, se encuentra en la actualidad en la Cámara de Diputados. El martes 21 de febrero de 2023, el proyecto para aprobar esa declaración tuvo el apoyo de la mayoría de los legisladores mendocinos, con 29 votos afirmativos, cuatro negativos y cinco abstenciones en el Senado.
El objetivo final de la iniciativa que busca el consenso en la Legislatura, es explorar el yacimiento para evaluar sus características geofísicas y el potencial geológico de la zona. Se busca determinar si en ese sector podría desarrollarse un proyecto minero dentro de la legislación vigente. La Ley principal en este sentido, es la N°7722, que prohíbe la utilización de sustancias químicas en la actividad minera de la provincia. Se trata de una norma de talla histórica desde el punto de vista ambiental para los mendocinos y regula a esta actividad desde 2007.
Glaciares: tesoros que garantizan la vida
Vale decir los glaciares constituyen una de las reservas de agua dulce más importantes de Argentina. Se trata de gigantescos tesoros de hielo captados en la cordillera de Los Andes a través de los cuales de alimentan las cuencas hidrológicas que ni más ni menos, permiten que la vida sea posible en estas tierras.
Justamente, esas fuentes de agua dulce -que hacen las veces como una especie de un gran banco de agua junto a la disponibilidad del agua subterránea- han sufrido una retracción a lo largo de los años como consecuencia del aumento del calor en la zona cordillerana. Todo, de la mano de los cambios climáticos producidos como consecuencia del calentamiento global. Sobre el tema, los especialistas ya lanzaron su alerta hace años. La sequía y la menor disponibilidad de nieve año a año, se suman entre los desafíos más complejos que debe afrontar Mendoza, que cuenta con solo el 3% de su suelo irrigado.
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