Se trata del tercer trimestre consecutivo en el que aumentan estos costes, debido a diversos factores, tanto relativos a la propia actividad minera como a las circunstancias macroeconómicas.
La demanda de litio puede alcanzar las 820.000 toneladas en los próximos años, lo que supone aproximadamente el doble de su nivel actual.
La reconversión de las industrias para que se alimenten con energías limpias se instala en la agenda global cada vez con más fuerza.
Como estrategia para protegerse frente a un 'shock' inesperado en los mercados.