San Juan/Minería: Por qué el camino a Josemaría, Los Azules y Hualilán están desde hoy bajo la lupa en San Juan

Hay una importante novedad que involucra a los principales proyectos mineros encabezados por Josemaría. Un camino en el norte y otras iniciativas en danza.

Por Elizabeth Pérez

Las expectativas en San Juan están puestas en el despegue de nuevos proyectos mineros que logren activar el empleo y dinamicen la economía. Y el camino a Josemaría, Los Azules y Hualilán son las tres iniciativas de cobre y oro más jugosas que esperan entrar en acción.

Claro que para que puedan arrancar, primero deben ser revisados y aprobados ambientalmente. Por eso cobra gran importancia la puesta en marcha hoy de la Comisión Interdisciplinaria de Evaluación Ambiental Minera (CIEAM). Integrada por 14 instituciones de la provincia que conforman la Comisión encargada de evaluar los aspectos puntuales y específicos de cada detalle de los proyectos mineros.

“Hoy a las 10 arrancó la actividad oficial del 2024 de la CIEAM, que tendrá a su cargo evaluar los informes de impacto ambiental y las actualizaciones que presentan las empresas mineras”, explicó Denis Monárdez, Secretario de Gestión Ambiental y Control Minero.

La CIEAM es presidida por Roberto Moreno, director de Evaluación Ambiental Minero, y se planea que de ahora en adelante sus miembros se reúnan cada viernes para avanzar y agilizar los permisos necesarios. Está integrada por la Dirección de Evaluación Ambiental Minera del Ministerio de Minería, el Ministerio de Salud Pública, el Departamento de Hidráulica, Inacras, la Dirección de Planeamiento y Desarrollo Urbano, la Dirección de Recursos Energéticos, Cipcami, DEAM, Inpres, UNSJ, UCCuyo, la Secretaría de Ambiente con tres direcciones (Dirección de Gestión Ambiental, Dirección de Conservación y Áreas Protegidas, Dirección del Parque de la Biodiversidad); INTA y la Secretaría de Agroindustria y Ganadería.

“Para este 2024 se esperan avances en los principales proyectos como Josemaría que presentó el informe de impacto ambiental del camino de acceso a la mina, Los Azules y Hualilán”, dijo Monárdez, quien agregó que tambien deben ser analizados permisos ambientales de todos los proyectos de la minería metalífera como de caleras, canteras y minerales y rocas de aplicación que estén en etapa de prospección, exploración o explotación. Tambien deben analizar actualizaciones bianuales de las minas en actividad que son Veladero y Gualcamayo. En el caso de Barrick va por su décima actualización presentada a las autoridades, aunque en esta oportunidad ha solicitado una prórroga.

Tres proyectos prioritarios

Camino a Josemaría: el 21 de diciembre pasado la minera Deprominsa, subsidiaria de Lundin, presentó el informe de impacto ambiental para poder construir el camino de 238 kilómetros de acceso a la mina, con una inversión de unos 160 millones de dólares. Se estima que demandara unos 1050 obreros durante más de dos años de construcción, lo que abre una importante expectativa para las empresas constructoras, en medio del freno a la obra pública anunciado por Milei. Monárdez dijo que los planes son entregar la aprobación de la obra en junio, aunque por la urgencia de esta obra se hará lo posible para tenerlo antes.

Los Azules: El proyecto de cobre de la empresa McEwen presentó a la provincia su Informe de Impacto Ambiental de explotación en abril del año pasado, y tras cumplirse los plazos de consulta pública comenzó a ser debatido por la CIEAM en noviembre. Tras el receso de verano, ahora se retoma. Este proyecto de construcción una mina de cobre demanda una inversión de entre 2100 y 2300 millones de dólares. Para la etapa de construcción se estima que se necesitarán más de 2.000 trabajadores, mientras que para la etapa de operación de la mina se prevé emplear a 1.000 personas.

 Hualilán: En abril del año pasado la australiana Golden Mining presentó el informe de impacto ambiental, y tras las consultas, en agosto la CIEAM inició el análisis que permita a la empresa obtener la Declaración de Impacto Ambiental que conlleve a la construcción y puesta en marcha de la futura mina. La inversión en la primera etapa ronda los U$S 150 millones, y la construcción de la mina demandará unos 350 nuevos puestos de trabajo, por dos años; que es el lapso estimado que durará la obra. Pero llegará a un periodo de máxima ocupación en el que podría alcanzar a 450 personas

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