Esta categórica definición, efectuada por los integrantes de la Federación Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera, ICM, se realizó tras la reunión celebrada ayer jueves en la sede central de la Asociación Obrera Minera Argentina, donde representantes del movimiento obrero de Latinoamérica celebraron una reunión regional con la presencia de Tom Deleu responsable de Relaciones Internacionales de esta agremiación sindical.
La ICM agrupa a sindicatos libres y democráticos con miembros en los sectores de la construcción, de los materiales de construcción, de la madera, de la silvicultura y sectores afines.
La apertura del encuentro fue realizada por el Secretario General de AOMA, Héctor Laplace, quien comenzó las deliberaciones en su carácter de representante de Argentina, acompañado por Luis Peraza, de El Salvador; Sidney Fernández, de Brasil; Jairo Angraritas, de Colombia y Luis Salazar de Chile.
También estuvieron presentes en esta oportunidad, los integrantes del secretariado nacional de AOMA, Carlos Almirón, Adjunto; Horacio Savid, Tesorero, Rosa González, Acción Social; Iván Malla, Seguridad e Higiene; Rafael Ochoa, Administrativo; María Elena Issmendi, Gremial e Interior y Alejandro Santillán titular de la seccional Olavarría y miembro del Consejo Directivo.
Como dato ilustrativo, cabe destacar que en total, la ICM, cuenta con 328 sindicatos afiliados que representan a alrededor de 12 millones de miembros distribuidos en 130 países, de la cual AOMA integra activamente. La organización posee su sede en Ginebra, Suiza, y además posee, oficinas regionales en diferentes partes del mundo.
En la mañana de ayer los participantes profundizaron sobre la identificación de las necesidades y la situación actual de los trabajadores en la empresa LafargeHolcim. Cada referente informó lo que sucede en su país con esta multinacional. Seguidamente se debatió en torno a las acciones que deben realizar las filiales de ICM.
Al concluir las deliberaciones se hizo saber que "en América Latina LafargeHolcim vulnera los derechos de los trabajadores y recurren a los despidos a quienes se afilian al sindicato", situación que "se profundiza y sucede en El Salvador".
Seguidamente denunciaron que esta compañía impulsa "la precarización del empleo a través de empresas contratistas satélites que fueron creadas con el objetivo de bajar costos laborales", asegurando que esta situación pretende "quitarles poder a los sindicatos en cada país", explicaron al finalizar las deliberaciones.
Por último se resaltó que la misión de la ICM consiste "en promocionar el desarrollo de sindicatos en las industrias de la construcción y la madera en el mundo, promocionar y reforzar los derechos de los trabajadores" en el contexto del desarrollo sostenible.
