Mendoza: Cómo será la minería en la provincia durante el mandato de Cornejo

En los últimos cuatro años, la industria minera de Mendoza ha enfrentado altibajos, con avances modestos y retrocesos notables.

Con la entrada en el segundo período de Alfredo Cornejo, la incertidumbre se cierne sobre el futuro de la actividad minera en la provincia, marcando un periodo crucial para definir su desarrollo.

En el lapso de la gestión de Rodolfo Suarez, la minería mendocina experimentó un retroceso con la derogación de la Ley 9.209, generando un entorno incierto para la inversión en el sector. A pesar de algunos hitos menores, como la aprobación de proyectos de exploración, el verdadero impacto en las exportaciones y la economía provincial está pendiente de la concreción de la compraventa de Potasio Río Colorado.

El segundo mandato de Alfredo Cornejo se presenta ambiguo respecto a la minería, destacando la posibilidad de desarrollar la actividad dentro del marco legal actual. Sin embargo, las restricciones de la Ley antiminera plantean desafíos significativos. Se espera, en el mejor de los casos, un aumento en la cantidad de proyectos en exploración, dada la falta de avances significativos en los últimos 17 años.

En el panorama actual, proyectos como Hierro Indio y Potasio Río Colorado podrían avanzar, pero sin un impacto sustancial en el corto plazo. La exploración de Cerro Amarillo arrojará resultados preliminares, pero su desarrollo completo llevará tiempo. La estadística de que solo 1 de cada 100 exploraciones mineras se convierte en una mina en producción destaca la complejidad y la duración del proceso.

La clave para el futuro de la minería en Mendoza residirá en Impulsa Mendoza, una sociedad anónima creada para promover proyectos en el distrito Malargüe Occidental. Con el objetivo de lograr 10 proyectos de exploración en cuatro años, se busca atraer socios dispuestos a financiar los estudios necesarios. El proyecto San Jorge podría ser un punto disruptivo, aunque su avance dependerá de las decisiones políticas.

En resumen, el segundo mandato de Cornejo se presenta como un periodo crucial para definir el rumbo de la minería mendocina. Con desafíos legislativos y la necesidad de atraer inversiones, el futuro de la industria minera en la provincia dependerá de las decisiones y políticas implementadas en los próximos cuatro años

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