Llega desde China la primera flota de buses eléctricos porteños

Son 12 coches con capacidad para unos 24 pasajeros, la mitad de ellos sentados; ahora los debe homologar el INTI

Luján Berardi

Tras un año desde que la Ciudad abrió una licitación para adquirir buses eléctricos, el Gobierno confirmó ayer que la flota ya está en camino desde China, su país de fabricación. La intención en el Ministerio de Infraestructura es que empiecen a circular entre fines de abril y principios de mayo, “si todo sale bien”.

En principio, según contaron a LA NACION desde la cartera, una de las unidades llegaría la próxima semana a la terminal de contenedores en Zárate. Es un coche sin pintura ni ploteos, que se va a utilizar para las pruebas y homologación que se realiza ante el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). “Le tenés que llevar papeles y estudios, mostrar que todo funciona bien, y ellos homologan el vehículo”, dijeron.

Una vez hecho esto, cualquier otro distrito que quiera adquirir su flota, por ejemplo, ya no deberá pasar por este proceso. Es un trámite que se hace por única vez, porque todavía “no existe nada parecido en el país”.

Esta es una etapa esencial para obtener la habilitación y que empiecen a funcionar en las calles. En el interín, la administración porteña ya se habría comunicado con gente del instituto que les adelantaron que, en teoría, todo está en orden. En esto basan la seguridad de que, tras la llegada al país, no demorarán mucho para entrar en circulación. El único inconveniente que podría trabar estas esperanzas sería uno de índole política, pero en el ámbito no creen que esta sea una posibilidad tangible.

El ministro de Infraestructura se expresó a través de sus redes sociales y afirmó: “Ya están saliendo para Buenos Aires los primeros buses eléctricos completamente silenciosos y sustentables que conectarán los barrios de Retiro y el microcentro con La Boca”.

Lo de La Boca es un paso posterior que podría significar una segunda parte del proyecto de buses eléctricos. En principio, el recorrido va a unir Retiro con Parque Lezama, en San Telmo. Pero las esperanzas de que tenga éxito llevan a evaluar la posibilidad de extenderlo hasta Caminito, en La Boca. El tiempo que calcula el Gobierno para estudiar esto es de aproximadamente dos meses desde la puesta en circulación de la flota.

Por el momento, llegarán 12 coches a Buenos Aires. Cada uno tendrá asientos para 13 pasajeros, y calculan otros 11 de pie, según especificaron en la cartera porteña. Aunque mide casi la mitad que un colectivo convencional, en el Gobierno expresaron la intención de no llamarlos “minibuses”, aunque en la licitación del año pasado se utilizaba este término.

La adjudicación se la llevó la empresa DOTA, luego de competir con Metropol y Flecha, y ahora operará estos vehículos por dos años. El presupuesto oficial había sido de $7000 millones, y la compañía presentó una oferta por $3500 millones. Agrale es la encargada de importarlos, por lo que la primera parada cuando ingresen al país será en esa empresa.

Aunque en un principio se dijo que alcanzarían una velocidad de 12 kilómetros por hora, en esta ocasión fuentes de Infraestructura confirmaron que esto es algo que todavía está en discusión. De hecho, en realidad pueden llegar hasta 80 kilómetros por hora, pero “como van a circular por el área central, no va a poder ir tan rápido, porque hay muchas peatonales y lugares en donde no se pueden superar los 20km/h.”. Sí aceptaron que la idea original representaba una velocidad muy baja, por lo que otra opción es ir intercalando por tramos.

También se sigue discutiendo el tema tarifario. No se descarta que pueda ser gratis por un mes y que luego empiece a aumentar, de a poco, su valor. Sí confirmaron que la idea es que termine equiparándose el precio del boleto al de los colectivos, por eso también aseguraron que, al igual que estos, tendrán habilitado el método multipago.

Con la inserción del transporte eléctrico la administración porteña apunta a un cambio paulatino en cuestión ambiental, otra razón para cuidar cuestiones como la velocidad y el sonido. “Por una ley del área ambiental, por ahí no pueden circular colectivos por el ruido y las emisiones. Como estos [los buses] son eléctricos, más chicos y silenciosos, la idea es que puedan conectar el casco con las otras zonas”, detallaron las mismas fuentes.

Por Luján Berardi

La Nación