Domingo 15 de junio de 2025

La fiebre del futuro: "Argentina va a producir un millón de toneladas de cobre a 2035"

  • 29 de mayo, 2025
El panel final del encuentro organizado por el Banco VALO en el MALBA reunió a los protagonistas de los sectores más prometedores de la economía argentina: agroindustria, minería y petróleo.

Ramiro Gamboa

El último panel de la jornada "Argentina 2025: Escenarios para el mercado de capitales y la economía real" fue al filo del sector económico con más futuro para el país. El encuentro, organizado por el Banco VALO en el MALBA, concluyó con las voces representativas del agro, petróleo y minería para analizar los desafíos y oportunidades del desarrollo económico argentino.

Moderado nuevamente por Florencia Donovan, el panel "Potencias productivas: nuevas fronteras de los sectores energético, minero y agrícola" estuvo conformado por Daniel González Casartelli, secretario de Coordinación de Energía y Minería de la Nación; Mariano Bosch, CEO de Adecoagro, representando al sector agroindustrial; Pablo Vera Pinto, cofundador y CFO de Vista Energy, importante empresa petrolera y Martín Pérez de Solay, CEO de Glencore Argentina, referente del sector minero.

Daniel González Casartelli abrió la charla con optimismo oficialista, y destacó un giro estratégico del gobierno: "El Gobierno deja de competir con los privados y se dedica a crear condiciones atractivas para que inviertan". Este nuevo enfoque, según el secretario, ya muestra resultados concretos enfocados principalmente en los sectores clave de petróleo, gas y minería.

Además, González Casartelli ofreció su perspectiva sobre el futuro económico cercano e indicó que, en un plazo de cinco años, Argentina superará definitivamente sus problemas crónicos relacionados con la inflación. En su exposición detalló cifras contundentes: la minería alcanzará exportaciones por "cerca de US$ 20.000 millones", mientras que Vaca Muerta transformará el escenario energético argentino, al generar "un superávit energético de hasta US$ 30.000 millones".

Florencia Donovan dirigió su atención hacia Mariano Bosch, CEO de Adecoagro, al indagar sobre la competitividad del agro argentino frente a las dificultades recientes. Bosch explicó la situación: "Ahora cada centavo que gastamos es un dólar. No podemos permitirnos errores. La competitividad ya no depende de reclamar afuera, sino de ajustarnos internamente. Nuestro desafío es ser cada vez más eficientes".

Pablo Vera Pinto, cofundador de Vista Energy, empresa del universo hidrocarburífero, empezó resaltando la importancia estratégica del petróleo y el gas a largo plazo, en especial frente a la volatilidad actual: "Tenemos una visión muy constructiva. Creemos en una demanda sostenida durante décadas. La idea de que la industria petrolera estaba en declive ya no la cree ningún profesional serio".

El encuentro, organizado por el Banco VALO en el MALBA, concluyó con las voces representativas del agro, petróleo y minería para analizar los desafíos y oportunidades del desarrollo económico argentino.

Y se explayó: "Especialmente en Asia, la demanda de gas crecerá fuertemente. Sin embargo, a corto plazo enfrentamos mucha volatilidad debido a las guerras geopolíticas, conflictos arancelarios y fluctuaciones en la demanda global. Prevemos una segunda mitad de 2025 y un 2026 relativamente frágiles".

En este contexto desafiante, Vera Pinto añadió: "En Argentina debemos competir contra Permian, la cuenca petrolífera más productiva de Estados Unidos, o Guyana, país que recientemente ha emergido como una potencia petrolera por sus reservas offshore. La eficiencia es crucial porque nuestro cliente es el proveedor de capital".

La necesidad de profundizar los cambios estructurales fue subrayada por Vera Pinto: "Creo que falta implementar mucho aún, pero vamos en la dirección correcta. Desde la compañía debemos cambiar las discusiones con nuestros proveedores para centrarlas en eficiencia, baja de costos y mejora también de los costos laborales, no solo de las compañías de servicio. De esta manera, podremos llevar a Vaca Muerta a su máximo potencial. Esta agenda de eficiencia y crecimiento rentable ya se está instalando en toda la industria, incluidas las conversaciones que tenemos con YPF y otras empresas".

Por su parte, Martín Pérez de Solay, al frente de Glencore Argentina, enfatizó con detalle las perspectivas del cobre argentino: "No es una locura pensar que Argentina producirá un millón de toneladas de cobre para 2035. Esto representa la mitad de los 7 u 8 proyectos actualmente más importantes en consideración. Y si llegamos al 100%, serían dos millones de toneladas. Esto equivale a exportaciones de US$ 10.000 millones por millón de toneladas o US$20.000 millones por dos millones".

El experto en minería desarrolló el contexto internacional y la ventaja sustantiva del cobre: "Estamos viviendo un contexto de alta volatilidad de commodities. En el cobre, los sustitutos no son tan claros como en energía. En un mundo cada vez más electrificado, donde la demanda energética crece con la mejora de los estándares de vida, todas esas fuentes de energía necesitan cobre para su transporte. El mejor conductor eléctrico es el oro, pero es demasiado caro; el segundo mejor es la plata, también muy costosa, y cuyo precio subió mucho por la demanda en paneles solares. El cobre es el tercero y es el más viable económicamente".

Martín Pérez de Solay redondeó también: "Gran parte de esta inversión queda en el país, en particular en movimiento de suelos, fundaciones enterradas y trabajo local. El equipamiento importado de alta tecnología representa apenas un tercio del total. Hoy Argentina es la gran respuesta a la necesidad global de cobre".

El funcionario del gobierno nacional, Daniel González Casartelli, volvió a intervenir con críticas hacia el pasado reciente, en especial respecto a la infraestructura y el gasto público: "Al considerar la falta de infraestructura en Argentina no se puede dejar de mirar qué pasó en los últimos veinte años, cuando el Estado era el único que hacía obras y por eso son las obras más caras. Obviamente, es un incentivo a la corrupción. Eso claramente lo estamos cambiando".

Para ilustrar su punto, González Casartelli citó dos grandes proyectos, pero evitó llamativamente mencionar el nombre original del gasoducto construido durante el kirchnerismo: "Específicamente, lo que me toca a mí, energía, petróleo y gas, nosotros ya aprobamos un RIGI, probablemente la obra de infraestructura más grande de Argentina en los próximos años, que es el oleoducto Vaca Muerta Sur, una inversión de unos US$ 3.000 millones. El otro ejemplo es en gas, el gasoducto Perito Moreno, construido en los últimos años del kirchnerismo. Probablemente sea el gasoducto, por pulgada, más caro en la historia de la humanidad, aunque se hizo rapidísimo". Florencia Donovan, perspicaz, intervino rápidamente para aclarar: "Se trata del exgasoducto Néstor Kirchner, ahora Perito Moreno".

González Casartelli, visiblemente incómodo, respondió escuetamente: "Es Perito Moreno. ¡Perito Moreno!". Donovan insistió con ironía: "Sólo contextualizo por si alguien no sabía que el gasoducto Néstor Kirchner actualmente se llama Perito Moreno". Finalmente, González Casartelli prosiguió: "Ese gasoducto Perito Moreno se está extendiendo ahora por una compañía privada, financiado privadamente, exactamente lo contrario de lo que se hacía antes".

Nuevamente tomó la palabra Vera Pinto y detalló las condiciones económicas en Vaca Muerta: "La productividad técnica es superior incluso a Permian, pero nuestros costos son hasta 40% más altos".

Vera Pinta cuestiona: "¿Qué pasa con los precios actuales del petróleo, más o menos entre US$ 65 por barril? Son precios en los que Vaca Muerta genera retornos atractivos; da para invertir y crecer. Al moverse de US$ 65 a US$ 60, la rentabilidad se mantiene, aunque el flujo de caja se reduce y limita la capacidad de reinversión. A US$ 55 todavía es rentable, pero el flujo de caja no alcanza para crecer".

Las voces de González Casartelli, Bosch, Vera Pinto y Pérez de Solay intercalaron enfoques sobre aspectos cruciales para el futuro económico. Hacia el cierre del panel, Florencia Donovan abordó al secretario González Casartelli sobre un tema delicado: la Ley de Glaciares. Consultado sobre si se presentará una nueva ley o se modificará la existente, González Casartelli respondió con cautela: "Todavía no hemos discutido cómo enfrentar el tema. Es un debate que estamos teniendo con compañías como Glencore, BHP —una de las mayores empresas mineras del mundo— y otras, para hacer algo con sentido. Lo vamos a hacer con las provincias. Si será reglamentar la ley existente o proponer una nueva ley, aún hay tiempo para decidirlo, ya que los tiempos en minería son largos"

Eleconomista.com.ar

 

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