El cianuro se utiliza industrialmente desde 1889. Está presente en la producción de papel, pinturas, textiles, plásticos, pegamentos sintéticos y en las sustancias químicas que se utilizan para revelar fotografías, entre otros usos. El gas de cianuro se utiliza para exterminar plagas (ratas, ratones, zarigüeyas, etc.) e insectos en barcos, edificios y demás lugares. La industria farmaceútica también lo utiliza en algunos medicamentos creados para combatir el cáncer.
La minería utiliza para hidrometalurgia el 6% del cianuro utilizado en el mundo, generalmente en solución de baja concentración con agua para extraer y recuperar metales como el oro y la plata mediante el proceso llamado lixiviación.
En el caso del Proyecto Navidad, el método para separar los metales de la roca será la flotación. El mismo utiliza Xantato (nombre comercial), un "jabón" tan tóxico como el que usamos para bañarnos. El proceso usa las propiedades higroscópicas de los metales que al agitarlos en una celda de flotación (similar a un lavarropas) y hacerlas burbujear aire, los metales se pegan a las burbujas y estos se recogen cuando flotan en la espuma. El resto de la roca, al no ser higroscópica, no es arrastrada y se extrae por debajo de la celda de flotación y se deposita en un dique de cola que tiene las mismas piedras (sin metales) y un poco de jabón.
Esta característica no tan conocida de la explotación de esta mina rompe con el discurso antiminero de la "inevitable" contaminación por cianuro de las tierras chubutenses.
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