El litio ¿es una gran oportunidad para la argentina?, por Laura Rodríguez

Este mineral se presenta como la principal alternativa para la transición hacia la movilidad eléctrica.

Martín Obaya Investigador del CONICET y director del Centro de Investigaciones para la Transformación de la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad de San Martín reflexionó sobre el litio y aclaró que si bien Argentina “es el segundo país del mundo en términos de recursos de este mineral. En el caso de las reservas, que son aquellas localizaciones que se han probado que pueden ser explotadas económicas y técicamente, tiene sólo el 10%”.

En Todo Este Ruido, por Radio Provincia agregó que “Argentina tiene el 24% de los recursos, el 10% de las reservas del mundo pero solamente explicó el 6% de la producción. Es decir que lo que hay es un potencial no realizado, que no lo hemos logrado explotar”.

Por otra parte, Obaya “agregó que el país no tiene nuevos proyectos en operaciones desde el 2015 en un contexto de fuerte demanda, porque todos los productores líderes de electromovilidad como China, Europa y Estados Unidos están desesperados por conseguir lo que ellos llamas recursos críticos, entre los que se encuentra el litio”.

Por ello aseguró que el Litio “es una oportunidad pero no hay que exagerar porque a veces se han hecho uso de  metáforas que confunden y a mí no me gustan como el oro blanco o la Arabia Saudita del Litio porque cuando uno se imagina Arabia Saudita se imagina un país que depende exclusivamente del petróleo. Y eso nunca va a suceder con el Litio porque hoy es un nicho, una parte muy pequeñita de la economía ya que representa el 1% de las exportaciones y genera 300 empleos por explotación”.

“Es decir que Argentina está en una situación económica en la que no puede despreciar ninguna actividad económica que genere ingreso de divisas y genere un impacto aún más importante para las provincias que lo tienen. Pero, al mismo tiempo uno no debería esperar que el Litio cambie la estructura económica argentina a un país litífero. Por lo tanto, es una oportunidad en ese sentido pero no hay que subestimarla y también aprovechar esta ventana para desarrollar capacidades productivas y tecnológicas que queden, más allá del boom, y que puedan utilizarse en otros sectores, sobretodo en estas provincias que son más atrasadas en términos económicos y que tienen más dificultades para crear empleo privado. Esa es la oportunidad donde hay que focalilzar”, concluyó.

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