Desafío del litio: más industrialización sin que ello afecte la exportación

El presidente dijo en la apertura de sesiones que trabaja para agregar valor al litio y pretende declararlo un "recurso estratégico".

Junto con las provincias, en la “Mesa del Litio” buscan que las empresas asignen un porcentaje de su producción para la industrialización.

El litio avanza, ante los ojos del Gobierno nacional y de las provincias que cuentan con ese recurso, como una de las grandes oportunidades que tiene Argentina, que hay que atender y fomentar, pero de la que también hay que sacar provecho. Deja en un segundo plano a los otros minerales metalíferos, como el oro y la plata, que son -al menos hasta el momento- los principales generadores de divisas para el país.

Con el incremento de la demanda global, impulsada principalmente por la industria automotriz y sus planes de transición hacia la electromovilidad, a nivel nacional se plantea una discusión vinculada a la renta que se obtiene de estos proyectos productivos, de la que participan las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca, que componen la autodenominada “Mesa del Litio”.

En su discurso de apertura en el Congreso, Alberto Fernández le dedicó un párrafo aparte al litio. “Trabajamos junto con los gobiernos provinciales y el sector privado para agregar valor, para generar trabajo argentino”, aseguró. Luego deslizó que se busca que el mineral sea valorado como un “recurso estratégico” e informó que Argentina, Bolivia y Chile poseen el 60% de las reservas mundiales.

Fernández se refirió así a una reunión que tuvo la “Mesa del Litio” en los primeros días de febrero, en la que se acordó instrumentar mecanismos para que las empresas del sector asignen un porcentaje de su producción para la industrialización y el agregado de valor en el país. De esa decisión participó también el Gobierno nacional, a través de la secretaria de Asuntos Estratégicos, Mercedes Marcó del Pont, y la secretaria de Minería, Fernanda Ávila. Se apunta a compatibilizar la potencialidad exportadora del país reservando recurso que permita impulsar un proceso de industrialización local, favoreciendo el desarrollo de las provincias litíferas.

Diferencias

Sobre la declaración de recurso estratégico existen matices. Por caso, Chile es el segundo productor de litio del mundo y adoptó dicha declaración. Sin embargo, el país trasandino tiene en producción dos grandes proyectos desde inicios de los 80 y no ha logrado poner en valor sus recursos.

Otro ejemplo es el de Bolivia, que nacionalizó sus recursos. Pero a la fecha ese país no produce comercialmente ni tampoco es un actor relevante para quienes buscan su desarrollo.

La reciente nacionalización del litio en México reflotó la idea de imponer una medida similar en Argentina. ¿Qué implica? El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, resumió: “El litio es de la Nación y del pueblo de México” y por eso “no lo puedan explotar extranjeros”.

Al respecto, el director nacional de Desarrollo Territorial (Litio y Baterías) de la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Nación, Eduardo Gigante, subrayó una importante diferencia entre México, Bolivia y Argentina. El funcionario aclaró una confusión entre lo que implica tener reservas y tener recursos de litio.

“¿Cuántas reservas tienen Bolivia y México? Cero. ¿Tienen recursos? Sí, pero no pueden extraer su litio en escala industrial (lo que va ligado a las reservas)”. Y agregó: “Argentina tiene 22 millones de toneladas en recursos (de acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos, USGS) y 2,7 millones de toneladas de reservas de mineral de litio”.

Este año 2023 se sumó al debate la ley sancionada en La Rioja declarando al litio como recurso estratégico. Tras la reglamentación de la norma, el gobernador Ricardo Quintela caducó 23 permisos de cateo, prospección y exploración otorgados a empresas privadas. Así, la provincia extremó sus medidas regulatorias cuando aún no lo ha medido en términos productivos.

Las propuestas de nacionalización del litio o de algún tipo de disposición que lo defina como estratégico con el fin de condicionar su explotación no son nuevas. Algo similar se impulsó a mediados de 2021 de la mano de legisladores del Frente de Todos, pero los ensayos de proyectos de ley no llegaron al Congreso Nacional. Algunos incluso proponían la creación de una Comisión Nacional del Litio.

La Opinión Austral