Catamarca/CARA Y CRUZ: Con el litio, como con la soja
- 14 de febrero, 2023
El tan desmesurado como acelerado incremento del precio internacional del litio...
El tan desmesurado como acelerado incremento del precio internacional del litio habilita la aplicación de alícuotas diferenciales en las tasas de exportación, con criterio político similar al empleado con la soja.
Si bien las retenciones al complejo agroexportador tienen una larga historia en la Argentina, estrechamente ligada a las cíclicas crisis, el caso de la soja tiene rasgos particulares, relacionados precisamente con las variaciones de su cotización.
Néstor Kirchner las llevó al 35% en 2007 y al año siguiente, ya durante la Presidencia de su esposa, Cristina, se disparó el conflicto con el campo que hizo fracasar un esquema de retenciones móviles pergeñado por el entonces ministro de Economía, Martín Lousteau.
En 2015, Mauricio Macri eliminó todas las retenciones a las exportaciones agropecuarias menos a la soja, que se limitó a reducir en 5 puntos.
El punto de referencia adecuado es Néstor, quien elevó la alícuota sojera en marzo y noviembre de 2007, último año de su mandato, debido a una suba del precio internacional de la oleaginosa del orden del 40% en dos años.
Fueron disposiciones tendientes a aprovechar la coyuntura favorable del mercado, porque el precio había caído en 2005 más del 50% respecto del año anterior. Sin embargo en 2008, año de la crisis del campo y la intentona de las retenciones móviles, la cotización experimentó una suba mucho más significativa. Para julio, la tonelada superó los 500 dólares, lo que representaba un aumento del 86% respecto de fines de 2007.
El caso es que las retenciones a la soja nunca se eliminaron desde 2007. Ni siquiera Macri lo hizo.
Kirchner dio el primer sablazo importante por una suba del 40% en dos años y la inversión no se retrajo.
En lo que concierne al litio, el incremento del precio internacional en el mismo período fue de… 1.233% en el mismo período.
1.233%: de 6.000 dólares la tonelada a principios de 2021, a 80.000 a fines de 2022.
Si Kirchner justificó el aumento de las retenciones a la soja en 2007 porque "la demanda crecía de manera sostenida" y la aplicación no afectaría la rentabilidad del sector productivo, que "seguiría siendo adecuada", ¿qué podría decirse ahora del litio? Las condiciones del mercado son todavía más excepcionales.
No solo es lo sideral del incremento del precio. Además, la expectativa por la demanda creciente a nivel internacional del “oro blanco” estimula inversiones millonarias que expandirán la producción, limitada actualmente en la Argentina a solo dos emprendimientos.
Es razonable de tal modo la preocupación que los gobernadores de las provincias litíferas expresaron en la última reunión de la Mesa del Litio por la escasa participación que el Estado tiene en la renta extraordinaria que están en condiciones de obtener las firmas.
En el caso de Catamarca, una política más agresiva del Gobierno se sustentaría adicionalmente por las maniobras de subfacturación que se le descubrieron a la Livent, que vendía su producto a empresas del mismo holding a un precio casi 400% inferior al que lo comercializaba la litífera jujeña.
Esto llevó al Estado nacional a establecer un precio de referencia único. Luego, el Ministerio de Economía de la Nación resolvió anular el reintegro de un porcentaje de las retenciones que se hacía al sector debido, precisamente, a que la variación en el precio internacional tornó absurda semejante disposición promocional.
Bastó, sin embargo, para que el sector y sus satélites pusieran el grito en el cielo por el supuesto atentado a la seguridad jurídica. Los indicadores marcan que la producción de litio va todavía muy por detrás de la demanda, lo que en principio seguiría empujando los precios al alza.
El país y las provincias propietarios del mineral tienen todo el derecho a obtener la mayor de las rentabilidades de la explotación de sus recursos.
El Ancasti