Avelino Bazán y Marina Vilte, dirigentes sindicales víctimas de la dictadura en Jujuy

Bazán era dirigente minero y referente del peronismo jujeño, mientras que Vilte, también de filiación justicialista, se desempeñaba como secretaria general de Adep.

 

Ambos figuran como detenidos-desaparecidos en la provincia.

Entre los más de 100 detenidos-desaparecidos que hubo en la provincia de Jujuy durante la última dictadura cívico-militar se encuentran dos importantes dirigentes sindicales que representan hasta hoy la lucha por las reivindicaciones obreras y la búsqueda de memoria, verdad y justicia. Por un lado Avelino Bazán, dirigente minero, por el otro Marina Vilte, una de las fundadoras de Ctera y secretaria general de Adep.

Avelino Bazán, un símbolo de la dignidad minera

Nació el 17 de marzo de 1930 en la ciudad de La Quiaca. Fue detenido, torturado y desaparecido por la última Dictadura Cívico Militar de 1976.

Como Diputado Provincial fue propulsor de la creación de la Universidad Provincial de Jujuy, que en 1973 paso a llamarse Universidad Nacional de Jujuy y la pavimentación de la Ruta Nacional Nº 9 hasta La Quiaca.

Como Director Provincial de Trabajo de Jujuy fue garante del respeto de las leyes laborales tanto por parte de los trabajadores como de los empresarios.

A los 17 años de edad ingreso a la Compañía Minera Aguilar como peón de Garaje Sterling.

A los 28 años fue elegido por los trabajadores como Secretario General del Sindicato de Obreros de Mina Aguilar (S.O.M.A)

En Buenos Aires, fue elegido  como Secretario de Organización de AOMA (Asociación Obrera Minera Argentina). En su función recorrió provincias como San Juan, Río Negro, Córdoba y otras fundando Sindicatos y restituyendo la credibilidad sindical de AOMA.

El 30 de marzo de 1966 fue electo como Diputado Provincial. Su función fue fugaz por la interrupción de su mandato por el Golpe Militar propiciado por Juan Carlos Onganía.

En el año 1973 fue designado Director Provincial de Trabajo de Jujuy por el Gobernador Ing. Carlos Snopek. Durante su gestión intervino en “El Aguilarazo” acercando posiciones y firmando acta acuerdo con trabajadores y empresarios.  El acta fue desoída por la empresa y disolvieron la Dirección Provincial del Trabajo para pasar a la órbita del Ministerio de Trabajo de Nación.

En 1974 fue nombrado Secretario de Políticas Públicas de la Gobernación de Jujuy.

Cuando fue detenido por primera vez por la dictadura militar tenía 46 años. Su detención se produjo en su lugar de trabajo, el Ministerio de Bienestar Social, por el Capitán Jones Tamayo y trasladado al penal de Villa Gorriti.

Durante su cautiverio en la cárcel de Gorriti en 1976, escribió el libro “El Porqué de mi Lucha”.

Después de estar secuestrado en la Cárcel de Gorriti fue trasladado a La Plata, provincia de Buenos Aires. En su cautiverio escribió su segundo libro “Voces del Socavón”.

El 25 de octubre de 1978 fue detenido nuevamente en la calle Patricias Argentina por agentes vestidos de civiles y conducido a un auto. Esa fue la última vez que se lo vio.

Marina Vilte, docente, dirigente sindical y revolucionaria

Nació en San Salvador de Jujuy en 1938. Su compromiso con la educación se inició en la época de estudiante como delegada estudiantil de la Escuela Normal Mixta «Juan Ignacio Gorriti» de la provincia de Jujuy.

En la década del 60 comienza su trabajo sindical como delegada de su escuela y en 1963 se desempeña como Secretaria de Organización de ADEP (Asociación de Educadores Provinciales de Jujuy). Participa frecuentemente en Comisiones de Huelga donde va señalando los caminos de lucha para lograr reivindicaciones de los trabajadores de la educacioón.

En 1971 asume la Secretaría General de ADEP y desde ese lugar sus anhelos y energías se direccionan a formar un Sindicato Único de Educadores Jujeños. En tal sentido convoca a docentes de todas las ramas para discutir juntos una política gremial útil para defender la Escuela Pública , necesaria para garantizar la igualdad de oportunidades.

Su convicción respecto de la Unidad Gremial la llevará a convocar a otros dirigentes de sindicatos provinciales para organizar el Frente Estatal y a participar en reuniones con otras agremiaciones docentes del país con el propósito de ir construyendo una herramienta común a todos los trabajadores de la educación. Así en 1973, en Huerta Grande (Córdoba), contribuye con su voz y su acción a crear la CTERA . Esa lucha de siempre es la que dejó huellas imborrables y sus palabras «no voy a claudicar», retumban en los lugares por los que transitó: las escuelas, las asambleas. las calles , las cárceles…

Marina Vilte militó en el Frente Revolucionario “17 de Octubre” (FR-17) después de un paso anterior por la izquierda independiente. Luego del último golpe militar fue detenida y alojada en el Penal de Villa Gorriti (entró a la cárcel silbando la Marcha Peronista); compañeras de encarcelamiento como “Joko” Martina Chávez, aún la recuerdan con lágrimas en los ojos, cuando cantaba coplas folclóricas que se escuchaban en todo el pabellón. Le concedieron la libertad por poco tiempo.

Fue secuestrada y desaparecida nuevamente el 31 de diciembre de 1976, en su ciudad natal y en su propia casa.

Marina luchó, sin concesiones, por una Educación Nacional y Popular y por una Democracia Sindical comprometida con la defensa de los trabajadores del sector.

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