Santa Cruz: Río Turbio: reflexiones mineras de un viaje a Buenos Aires

  • 19 de abril, 2018
Los mineros del carbón viajaron a la Capital para visibilizar su lucha contra el ajuste y los más de 500 despidos que sufrieron. Pero fue mucho más que romper el aislamiento que los separa a más de 2.700 kilómetros.Ernesto ZippoFue q

Los mineros del carbón viajaron a la Capital para visibilizar su lucha contra el ajuste y los más de 500 despidos que sufrieron. Pero fue mucho más que romper el aislamiento que los separa a más de 2.700 kilómetros.


Ernesto Zippo

Fue quizás un viaje desesperado por resistir con más fuerza el embate implacable de la intervención macrista de Omar Zeidán y el gobierno nacional.

El motivo era tratar de nacionalizar la gran lucha que a más de tres meses se sostiene por las mujeres y hombres trabajadores de la cuenca carbonífera.

No esperaban recibir tanto apoyo de otros sectores de trabajadores como los del Hospital Posadas, Cresta Roja, PepsiCo, el INTI, estatales, docentes, telefónicos, trabajadores del subte y aeronáuticos, que no dudaron en unirse a sus pasos, sin importar la represión del día miércoles 11 de abril.

Luego de los palos de la Policía y la detención del minero Ernesto Uribe, ellos fueron muy ovacionados por cientos de trabajadores y estudiantes que no tardaron en sumarse a su legitimo reclamo de reincorporación de todos los despedidos, la reactivación de la Mega Usina de 240 MW y el rechazo a la baja del convenio colectivo de trabajo.

Los mineros partieron el viernes 6 a la madrugada desde Río Turbio. Era un largo viaje de más de treinta horas de ansias. Algunos nunca habían pisado las calles de Buenos Aires y el impresionante grado de repercusión que tuvieron los dejó marcados.

Fue un enorme apoyo nunca esperado y mucho menos cuando se acercó la Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora Nora Cortiñas a darle su apoyo inclaudicable.

Ya en el viaje de regreso no podían creer la experiencia que llevaron al resto de sus compañeros y vecinos que los recibieron con una enorme caravana en Río Turbio.

Ya en la cuenca carbonífera, varios de ellos dialogaron con La Izquierda Diario.

Santos Alcalá manifestó que hace 35 años que trabaja en la empresa y "el viaje a Buenos Aires fue una experiencia más en la defensa de nuestros derechos como trabajador. A la misma vez, me siento muy sorprendido por haber encontrado a otros compañeros de sectores trabajo que están sufriendo el mismo problema. Nosotros viajamos para hacer visible nuestra lucha y el ataque salvaje, con despidos y retiros voluntarios. Yo les explicaba a todos, que queremos la estabilidad laboral, la reincorporación de nuestros compañeros y no queremos que nos cambien nuestro convenio colectivo de trabajo, para precarizarnos y debilitar nuestros dirigentes gremiales. La verdad es que vienen por todos nosotros y hay que unificar todas las luchas de los distintos lugares".

Por su parte Jorge Sutara, que lleva seis años trabajando en la empresa como soldador de montaje, dijo que haber marchado junto a las Madres de Plaza de Mayo "fue algo motivador porque son un ejemplo de lucha y nos fortalece a nosotros por la edad que ellas tienen para una generación más jóvenes como nosotros, más allá de los lineamientos políticos que cada uno tenga, es hacer valer nuestra dignidad. La otra experiencia que tuve fue ir a la Universidad de Filosofía y Letras (UBA). Yo nunca había hablado ante tanta gente y es difícil decir las palabras precisas para que los chicos entiendan. Fue algo inspirador ver chicos jóvenes que también tienen un pensamiento contrario a los que se dice, de que la juventud está en otra. En cambio ellos apoyan a los trabajadores, porque como dije, es una lucha de clases. Nosotros a veces nos confundimos y tenemos que tener bien en claro que somos la clase trabajadora y así como nacimos, vamos a morir. Siempre fui un luchador, pero éste viaje me ayudó a definir más mi postura como laburante y mi ideología. Somos mucho más de los que todos piensan".

A José Cardozo, que trabaja en la mina hace once años, le pareció "que había mucha necesidad de unificar las luchas en toda la Argentina, porque todos los días llegaba gente de los distintos sectores laborales para sumarse a nuestra forma de manifestarnos. A todos les está pasando lo mismo y creo que va a llevar tiempo. La mayoría está sufriendo el ataque de este gobierno neoliberal y no le importa las familias. Ellos hacen negocios para unos pocos. No sé en que va a terminar, pero yo creo que esta forma de gobernar tiene que cambiar muy pronto. A mí me hizo concientizar mucho más y de a poco nos estamos uniendo porque es la única manera de salir adelante".

La estadía duró una semana de la que se llevaron muchas impresiones satisfactorias, que ayudarán a contagiar de ánimos a sus compañeros y compañeras. Todos se fueron sorprendidos de los eventos en los que participaron, incluso en la convocatoria de las mujeres que exigen la despenalización del aborto para no morir, pudieron subir al escenario y dar un emotivo apoyo a la lucha de miles y miles de mujeres que participaron allí en el Congreso.

En Río Turbio hubo muchas lágrimas, alegrías y fuertes abrazos a los mineros que llegaban cansados del viaje. Hay una nueva etapa deseguir firmes en la lucha.

La Izquierda Diario