El nuevo mapa minero: entre el boom del oro, la caída del litio y la apuesta por el cobre
- 2 de octubre, 2025
Alejandro Moro (Eramine Sudamérica), Ignacio Costa(Rio Tinto), Marcelo Álvarez (Veladero) y Simón Pérez Alsina (Exar), participaron de un encuentro realizado por La Nación moderados por Sofía Diamante

Ejecutivos de las principales compañías coincidieron en que el RIGI ofrece previsibilidad, pero advirtieron que la falta de infraestructura amenaza al crecimiento; oportunidades y cuellos de botella
El negocio minero atraviesa una etapa de contrastes: mientras el oro gana aire con los precios internacionales y extiende la vida de proyectos como Veladero, el litio enfrenta un ciclo bajista que desafía a las empresas a sostener operaciones hasta que repunte la demanda global. En paralelo, el cobre aparece como la gran apuesta de largo plazo y el RIGI funciona como imán para inversiones.
Esa fue la síntesis que dejaron los ejecutivos de las principales mineras que operan en la Argentina, durante el summit de Minería, realizado hoy por LA NACION. En un panel, moderado por la periodista Sofía Diamante, coincidieron en que el recurso está, pero el límite para crecer vendrá dado por la infraestructura y la capacidad del país para sostener reglas claras.
Para los ejecutivos, la aprobación del RIGI marcó un antes y un después en la industria. “El RIGI fue una razón fundamental para que Rio Tinto pusiera en marcha el proyecto Rincón en Salta”, señaló Ignacio Costa, gerente general de la minera angloaustraliana, que regresó al país tras haber vendido su participación en Borax años atrás. La minera, que se convirtió en la primera en adherir el RIGI, adquirió primero este proyecto y luego también la firma Arcadium Lithium, como parte de una estrategia global de introducir el litio en su portafolio.
En la misma línea, Simón Pérez Alsina, presidente de Exar -sociedad conjunta entre la china Ganfeng Lithium, Lithium Argentina y Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado (Jemse), aseguró que el régimen viene a “reivindicar los años de inestabilidad macroeconómica” y a darle previsibilidad a un sector que proyecta a décadas. “Los mineros sabemos desarrollar la actividad en cualquier lugar; lo que pedimos es estabilidad macroeconómica y política”, subrayó.
Oro en alza, litio en baja
Los ciclos de precios marcan el pulso de la minería. El caso de Veladero, emblema de San Juan, lo deja en evidencia: “El año pasado exportamos US$1300 millones, unas 500.000 onzas de oro. Nos beneficiamos con la suba del precio, pero hay que entender una cosa: luego de la pandemia los costos internacionales y de producción también se dispararon. Gracias al precio del oro hoy, Veladero sigue operando; a los precios del oro de dos años atrás, con los costos que hoy tenemos, tal vez la producción no sería viable”, explicó Marcelo Álvarez, director ejecutivo del proyecto compartido entre Barrick y Shandong Gold.
Y añadió: “La combinación del precio actual y decisiones estratégicas, como la línea eléctrica que redujo 30% los costos y el foco puesto en la exploración, que significó encontrar más recursos, permitió extender la vida útil de Veladero hasta 2032. Estos ciclos de precios altos ayudan a que las empresas invirtamos más en exploración y en desarrollo de infraestructura”.
La contracara es el litio. Pérez Alsina recordó que la tonelada de carbonato llegó a valer US$80.000 y se desplomó hasta US$7000 este año, con una leve recuperación reciente a US$12.300. “Estamos en momentos complicados. Todas las empresas hacemos un esfuerzo inmenso para sostener operaciones esperando que los precios suban. El negocio es factible por la calidad de las salmueras que tenemos en la Argentina, lo que nos permite reducir los costos”, indicó.
El cambio de paradigma tecnológico también se metió en la agenda. “Tradicionalmente, el litio se extraía por un sistema de evaporación: se concentraba la salmuera con litio en grandes piletas; y una vez que la salmuera tenía más grado de litio, pasaba a una planta química. La extracción directa, por el contrario, saca la salmuera del salar y se bombea directamente a una planta. En esa planta, mediante diferentes procesos se obtiene una eficiencia del 90%. Necesitamos la mitad de salmuera para obtener la misma cantidad de litio”, precisó Alejandro Moro, CEO de Eramine Sudamérica, filial local de la francesa Eramet.
Mientras tanto, el cobre aparece nuevamente en el radar: el último gran proyecto -Bajo la Alumbrera, ubicado en Catamarca- cerró en 2018. Barrick, que este año cambió su nombre global a Barrick Mining, busca diversificar su portafolio y ya invierte en un yacimiento de 100 años de producción en Pakistán. En la Argentina, la minera sigue de cerca las oportunidades. “Hay alrededor de cinco proyectos en San Juan y Salta; y con la inversión en exploración que se dio en los últimos años, la Argentina se convertirá en un nuevo jugador”, anticipó Álvarez.
Escalar con infraestructura
Para los especialistas, el cuello de botella más evidente es la infraestructura. Y para dar cuenta del desafío, Moro describió la logística del litio: “Por cada tonelada de carbonato que exportamos desde Rosario, necesitamos proveernos de cuatro toneladas de insumos. Hoy tenemos 20 camiones que suben por día a la planta y cinco que bajan cargados”.
En ese marco, el ferrocarril aparece como alternativa. “Se está explorando la reactivación del Belgrano Cargas. Requiere inversiones fuertes, y el Gobierno ya dijo que no tiene plata. Las compañías tendremos que analizar si podemos financiar parte del proyecto. No podemos crecer sin infraestructura”, advirtió Costa
La Nación