En el Día de la Industria Laplace fue contundente al describir la realidad del sector

  • 3 de septiembre, 2025
El Secretario General de la Asociación Obrera Minera Argentina Héctor Laplace participó del encuentro organizado por la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina

Por Eduardo Fleming

En el Día de la Industria los sindicatos agrupados en la CSIRA dejaron claro que “no hay nada para festejar” al hacer referencia de la situación por la que atraviesa la industria nacional en el mandato del presidente Milei.

La Confederación de Sindicatos Industriales nuclea a 36 organizaciones con un total de 895.444 afiliados y en la reunión realizada en el gremio de SMATA, en pleno centro de Buenos Aires, expusieron como cada gremio sintió las políticas económicas del gobierno libertario, donde desde noviembre de 2023 a la actualidad se perdieron más de 130.000 puestos de trabajo en los sectores de la industria, la construcción y la minería.

Laplace no dejó dudas sobre la situación minera nacional

El Secretario de la Asociación Obrera Minera Argentina fue contundente a la hora de describir la situación por la que atraviesa el sector.

Laplace recordó un último encuentro en la misma sede donde se presentaba a la minería como al único sector que le iba bien en comparación con el resto, por lo que consideró oportuno “poner las cosas en su lugar porque si no vamos a seguir estando en este berenjenal de mentiras que nos trae el gobierno” y ahí afirmó en primera instancia lo que decíamos es que tenemos que acostumbrarnos a que la minería no es solamente los metales, no es solamente el oro, la plata, el cobre, el plomo porque minería también es el cemento, la minería es la cal, la minería es la molienda de minerales,  la piedra,  minerales de tercera categoría que están ligados íntimamente a la construcción”.

En ese sentido pidió ver lo que está pasando con la obra pública a partir de este gobierno, donde “automáticamente se nos cayeron todos los productos minerales de tercera categoría, quien puede estar pensando hoy en el cemento, la cal, la piedra, si no hay obras, no hay barrios, no hay caminos, no hay puentes, no hay nada, estamos a cero en la construcción”, por lo que la realidad muestra “en nuestras plantas, en nuestras fábricas, estamos en algunos casos alcanzando el 50% de la posibilidad de producción y despacho que tenemos, honestamente estamos muy mal”.

Pasando a los metales de primera categoría, el líder sindical aprovechó para cuestionar al RIGI, al cual para entrar primero hacer una inversión de más de 200 millones de dólares y como primera conclusión afirmó que “nuestras pymes todas, absolutamente todas quedan afuera, porque nadie va a tener 200 millones de dólares para invertir y la segunda cuestión es que por más que se le dé esta seguridad económica, la realidad es que hay otras cuestiones que no le dan seguridad jurídica, nadie va a venir a la República Argentina a invertir si no hay seguridad jurídica”.

Ante la atenta escucha de un colmado salón que quedo chico ante la exposisición de los numerosos gremios, Laplace explicó que, “hemos tenido otra hora y leyes ya, en algún caso otros proyectos que no fueron adelante, como la ley de glaciares o la ley de humedales, en un caso y en el otro, actualmente con la ley de glaciares, si no se delimita el ambiente perigracial, va a haber innumerables proyectos mineros que no van a ir a la práctica, y no solamente proyectos mineros, proyectos industriales, porque hacer un paso a Chile no va a ser minería, pero sí va a ser un proyecto industrial y no se va a poder hacer porque, vamos a lastimar ambientes perigraciales, es increíble lo que va a pasar y con la ley de humedales también”.

Laplace también contó cuando “nos pegaron bastante” en mayo del año pasado, donde ante la presencia de siete gobernadores y empresarios mineros, fue el único que puso en tela de juicio las ventajas del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), donde pedían “leer la letra chica y es lo que está pasando un año después, hoy”.

Allí lamentó que “nuestros proveedores están quedando fuera del negocio y cuando digo proveedores, digo pymes argentinas que han invertido, y han invertido sus mangos, su plata, en algunos casos mucho dinero en maquinarias para poder trabajar en algo que parecía que iba a ser un crecimiento exponencial, como es la minería, y resulta que hoy, porque argumentan no estar competitivos, se quedan afuera del mercado” y en una de las partes más enérgicas de su discurso afirmó que “somos argentinos, aparte de ser dirigentes sindicales, no era necesario regalar todos nuestros recursos para que vengan los grandes inversores. Y acá, discúlpenme que está sin parangón nada más, con alguna de las industrias, acá tengo un amigo, Pignanelli, con el tema automotriz, i el país no está competitivo, la industria que está hoy aquí en Argentina, las terminales que vemos todos cuando salimos de aquí de la capital, se van a ir a otro lugar a invertir, porque van a estar más competitivas. Y van a estar en Brasil, van a estar en México, la minería está en Argentina y va a seguir estando en Argentina, no se la van a poder llevar a otro lugar, entonces, no es necesario regalar todo”.

Una vez más el Secretario General del gremio minero resaltó las bondades de la existente ley de inversiones mineras, que “era bastante benévola para la actividad”, donde argumentó que  “quizás tendríamos que haber hecho ajustes de esa ley, porque cuando se sancionó nos teníamos que hacer conocer para  que venga la minería, los grandes inversores a la Argentina, capaz que alguna modificación hubiese sido necesaria”, pero insistió que “no era necesario el RIGI, porque esto es lo mismo que regalar todos nuestros recursos naturales”.

Embalado en su discurso, y con la convicción de siempre dejó otro aspecto para analizar: “esto tampoco termina con la inseguridad jurídica, porque cuando convengamos que hacer minería es ir a 4.000, 5.000 metros sobre el nivel del mar requiere de mucha infraestructura de la cual no tenemos nada, y ustedes saben lo que pretende este gobierno, que lo hagan las provincias o que lo hagan los privados, y la verdad que no hay plata en las provincias para poderlo hacer, porque todos sabemos de los recortes que han sufrido los gobernadores,  y en algún caso, algunos empresarios privados lo van a hacer, pero después lo van a terminar descontando del canon minero”, como conclusión sostuvo que “lo va a terminar pagando el pueblo de esa provincia”.

En su cruzada de defensa a los proveedores locales se refirió a la situación y debate que se produjo por la contratación de empresas chilenas, cuando contó que “es justo destacar que los compañeros, los amigos chilenos, los profesionales tienen muchísimos más años que nosotros en la actividad minera y seguramente que van a tener mayores conocimientos para poder venir a trabajar para acá, eso lo podríamos llegar a aceptar cuando venga un profesional, pero en este momento estamos importando baños químicos con el personal que hace el mantenimiento de esos baños químicos y para eso no se requiere ser ingeniero, eso cualquiera en la República Argentina lo puede hacer y como eso, tantos otros trabajos”.

Por último reiteró una de las quejas más repetidas durante toda la conferencia hacia la política de Milei: “no se escucha en este gobierno hablar de industria, ni hablar de empleo, hablar de desarrollo, este gobierno es lo que menos piensa en esto y nosotros, como organizaciones sindicales de gremios industriales, queremos una industria como otrora  supimos tener”.

Comunicado de la Confederación de Sindicatos Industriales:

Colapso productivo: sindicatos industriales advierten en el Día de la Industria que no hay nada que festejar

1  Día de la Industria, nada para festejar

La industria Argentina atraviesa el momento más difícil de las últimas décadas. A casi dos años de la asunción del actual gobierno, las políticas de apertura indiscriminada de importaciones, desmantelamiento de políticas de incentivo, atraso cambiario, despidos, reducción salarial y tope a las paritarias, golpean duramente a las fábricas, a sus trabajadores y desarman la estructura productiva nacional.

Las organizaciones sindicales de la industria argentina estamos convencidas que no hay nada que festejar.

2. Una industria en retroceso

En 2024, la producción industrial retrocedió un 10% y 15 de las 16 ramas industriales se contrajeron.

El primer semestre de 2025 muestra una nueva caída (-1,6% vs. diciembre 2024), con 9 de 16 ramas aún por debajo de los niveles a fines de 2023 (INDEC).

Esto es el resultado de políticas que privilegian las finanzas en detrimento del trabajo argentino y de la producción nacional.

3. Destrucción del empleo industrial y avance de la precarización laboral

Entre noviembre de 2023 y mayo de 2025, se perdieron 33.183 puestos de trabajo en el sector industrial manufacturero (SIPA).

En los sectores de minería y construcción, la pérdida de puestos de trabajo fue de 97.130 (SIPA).

El total de empleos perdidos supera los 130 mil, si sumamos a todos estos sectores (SIPA).

Cada cierre de una planta o línea de producción golpea no solo a los trabajadores directos, sino también a aquellos sectores complementarios a la industria.

Mientras se cierran fábricas y se expulsan trabajadores de sectores productivos, avanza un modelo que reemplaza empleo de calidad por trabajo inestable y mal pago, profundizando la crisis social y debilitando el tejido productivo nacional.

Vivimos un tiempo signado por la precariedad, los bajos salarios y la ausencia de derechos laborales.

4. Salarios industriales en caída

Tras la brutal devaluación de diciembre de 2023, los salarios industriales se desplomaron.

Hoy los salarios reales del sector se ubican por debajo de los niveles de noviembre 2023 y el conflicto laboral se agudiza.

5. Empresas en retroceso

Desde fines de 2023, se perdieron 1.482 empresas de la industria manufacturera y 1.669 firmas activas vinculadas a la construcción.

Los trabajadores industriales son quienes más sufren el abandono por parte del gobierno nacional, sumado esto a la falta de inversión en escuelas, hospitales, rutas, caminos y transporte, dejando de garantizar algo tan básico y fundamental como el tránsito seguro de personas y mercancías.

6. La minería tampoco despega

Pese al crecimiento del litio, la explotación minera se mantiene estancada y con caídas en empleo desde 2024.

Solo los hidrocarburos muestran dinamismo, pero con escaso efecto positivo sobre la industria nacional.

Las políticas económicas del gobierno, especialmente la apertura y el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), favorecen la importación de insumos y mano de obra por

parte de las empresas petroleras y mineras, desalentando así el crecimiento de la industria local y la generación de valor agregado nacional.

7. Apertura con atraso cambiario: el combo letal

La desindustrialización es política.

Mientras el gobierno actuó con un enorme activismo para favorecer las importaciones —mediante la reducción de impuestos y la apertura total—, no se implementó ninguna medida de alivio fiscal, crediticio o de fomento para la producción local.

A la industria nacional no le otorgó un solo beneficio. Desmanteló todos los mecanismos de apoyo industrial, científico, técnico y financiero.

El Presidente se ha convertido en un gran impulsor del trabajo industrial del resto del mundo, castigando duramente a nuestros trabajadores industriales.

8. El endeudamiento no es solo una cuestión de números

El destino de la Argentina volvió a quedar en manos del FMI, con consecuencias devastadoras como en el pasado.

Nuestro país no puede tener como horizonte el ajuste generalizado.

Solo una estrategia nacional orientada a las necesidades de los argentinos permitirá romper el ciclo de endeudamiento, recesión e industricidio.

9. No hay plata: salvo para la patria financiera

El gobierno se jacta de haber logrado superávit en las cuentas públicas a costa de un fenomenal ajuste de gastos sobre los sectores más necesitados de la sociedad: salud, educación, ciencia y tecnología, jubilados, obras públicas, políticas sociales.

Lo que cambió es la composición: mientras los trabajadores y jubilados ven reducir sus ingresos, los especuladores redoblan la apuesta y se llevan la plata que, supuestamente, no hay.

10. Reconstruir la industria para recuperar el trabajo

En el día de la industria, los Sindicatos Industriales junto con las Universidades Nacionales con las cuales venimos trabajando y los legisladores nacionales presentes RECLAMAMOS

POLÍTICAS ACTIVAS PARA CONSOLIDAR UN CAMBIO DE RUMBO URGENTE, sino la consecuencia será catastrófica: más cierres, más despidos y una pérdida de capacidades productivas nacionales que costará mucho recuperar.

Invitamos al sector empresarial a consolidar juntos un camino en defensa del trabajo que garantice salud y educación para los trabajadores y la instalación en la conciencia de la sociedad de que sin industria no es posible alcanzar el desarrollo humano y económico, ni tampoco paz social.

Debemos recuperar la alta participación de los salarios en la distribución de la riqueza.

Asimismo debemos defender la industria como generadora de puestos de trabajo con derechos y motor de la economía a través del desarrollo tecnológico y de los altos salarios.

Defender el trabajo argentino, la innovación y el futuro de la Nación.

Once Diario