Uñac y Hensel se reunieron con representantes de la empresa multinacional con sede en Suiza y la intimaron a presentar un plan de acción para el proyecto minero calingastino.
Antes de dejarles muy claro a los empresarios de Glencore que San Juan le exige a la empresa que haga algo urgente con el proyecto minero Pachón, Sergio Uñac y el ministro de Minería Alberto Hensel empezaron la reunión diciéndoles que qué bueno que se conocen las caras. Es que los directivos de la multinacional que tiene la concesión del yacimiento calingastino de cobre y molibdeno no tienen la presencia que complacería en Casa de Gobierno. Fue ese meeting en el que el Gobierno de San Juan planteó oficialmente que la empresa debe presentar en 30 días, para fines de agosto, un plan de acción concreto para Pachón. Un paso de gran impacto tanto administrativo como político. Si la multinacional no cumple, puede perder la concesión de Pachón.
No fue una reunión más. Hubo la camaradería necesaria pero se notó la firmeza que querían imprimirle Uñac y Hensel al encuentro. "El planteo nuestro fue que desde que empezamos la gestión de lo único que hemos podido hablar con Pachón es del problema generado por la escombrera construida en una propiedad de Pachón por una minera chilena, pero eso ya está con actuaciones judiciales en trámite y un plan de retiro de la escombrera que se está cumpliendo. Eso ya está, es hora de ver qué piensa hacer Glencore con ese proyecto porque es uno de los más importantes del país y de San Juan", dijo Hensel.
La Provincia conminó a Glencore a decir por escrito qué va a hacer con Pachón que es un activo de la provincia en cuanto a generar riquezas y puestos de trabajo en San Juan. "A nosotros no nos sirve que una empresa del tamaño de Glencore que es a tercera productora de cobre en el mundo tenga un proyecto con baja a nula actividad y sin ninguna perspectiva por lo menos para el Estado de que por lo menos terminen los trámites de factibilidad del proyecto", indicó Hensel en diálogo con Tiempo de San Juan.
El ministro fue más duro incluso al decir que la empresa trabaja "con planes de inversión que entendemos que son incompletos, con labores legales en algunos casos inexistentes que son problemas que en plan de evitar especulaciones con las concesiones mineras e inmobiliarias, estamos exigiendo que cumplan con lo que dice el Código de Minería.
La multinacional ya está incumpliendo con el Código de Minería. Para corroborarlo el Ministerio debe hacerlo mediante inspecciones y en virtud de eso vienen habiendo sanciones. Aproximadamente a 20 minas de las que maneja Glencore por Pachón se les ha rechazado el Plan de Inversión, hay dos minas en curso de ser dadas de baja y una dada de baja por efectivamente por el Consejo de Minería por incumplimiento de la firma.
Las minas se concesionan individualmente y un conjunto de minas conforma el proyecto, no se puede dar de baja al proyecto completo si fallan algunas. Bajar la concesión general es un tema complejo. Por lo pronto, si la empresa no cumple se irán dando de bajas las minas. Los especialistas dicen que el Código de Minería "está hecho para las empresas", entonces se puede pasar de los papeles al terreno sólo con inspecciones concretas.
¿Puede el proyecto, que tiene una vida útil de medio siglo y sólo en la construcción del campamento requeriría unos 1.500 obreros, cambiar de manos? La respuesta es sí. Pero es un tema complejo. Al Gobierno no le interesa sacar a Glencore sino que el proyecto se desarrolle, si esta empresa suiza presenta y aplica un plan viable, será aceptado, dijeron fuentes calificadas. No obstante, por otro camino aparece la compañía Fortescue Metals Group, que tiene como CEO para Latinoamérica al ex rugbier Agustín Pichot, y que ya puso sus ojos en la mina calingastina, encarando una negociación que no llega por ahora a buen puerto con Glencore.
Tiempo de San Juan