Mendoza/Minería: las oportunidades y las dudas que genera la aceleración de Cornejo

  • 19 de abril, 2024
El Gobierno "acelera" el impulso de la minería. Pero es una actividad que se mueve a otro ritmo. Las áreas que aún no se refuerzan y las oportunidades que aparecen.

Pablo Icardi

El gobernador Alfredo Cornejo y la ministra Jimena Latorre viajaron a Chile. La vicegobernadora Hebe Casado y el director de Minería Gerónimo Shantal se fueron a Australia. Antes habían estado en Canadá. Y el mes que viene irán a San Juan. En paralelo el Gobierno busca modificar el Código de Procedimiento minero y luego ejecutar la maniobra más osada: enviar una mega Declaración de Impacto Ambiental con 240 proyectos mineros incluidos par acortar procesos políticos. Todo con el mismo fin: promocionar la minería y tratar de generar un shock discursivo sacar a Mendoza de la lista negra de sitios para invertir en el tema.

Cornejo dijo que quieren hacer todo rápido para aprovechar la ventana de oportunidad. La necesidad que plantea el Gobernador puede convertirse en ansiedad y parece una contradicción con una de las características de la minería. Es que esa industria se caracteriza por los tiempos largos, los procesos extensos y en escalada paulatina. Entre un descubrimiento y la construcción de una mina pueden pasar décadas; varias décadas. A Cornejo le toca, además, desandar el camino previo para volver a generar confianza.

Algunas de las gestiones que hizo el Gobierno generaron curiosidad. Por eso algunas empresas mineras junior y de industrias laterales a la actividad comenzaron a consultar y a visitar Mendoza para sondear el terreno, sobre todo político y empresarial. La primera conclusión que se llevan es que hay ímpetu político, pero aún falta construir el largo plazo. Saben, por ejemplo, que Cornejo tiene tres años y medio de gestión por delante; un tiempo cortísimo en la vida de un proyecto minero. De nada sirve, aseguran, que haya un primer impulso sin inercia y sinergia que garantice alguna coherencia por varias décadas.

Acelerar sin revisar los frenos

La hiperactividad del Gobierno incluyó reuniones "mano a mano" con empresarios de Canadá, Australia, Suiza, Chile y varias Pymes que tienen presencia en Argentina. Incluso hubo contactos con Codelco, el gigante estatal chileno, para transferencia de experiencias. El propio Cornejo lo mencionó en las redes sociales.

En la nueva construcción el Gobierno por ahora ha relegado una de las patas importantes de los procesos mineros. El control. La Secretaría de Ambiente bajó de categoría y la Dirección de Protección Ambiental, organismo encargado de aprobar y controlar, bajó fuertemente el perfil también. Así, quedaron bajo la misma conducción política quienes deben promover y "allanar" el camino, con quienes deben controlar. Hasta ahora ni Sebastián Melchor, ni Leonardo Fernández han expresado cuál es el plan ambiental para acompañar la promoción de la minería. Cornejo acelera, pero aún no está claro si los “frenos del auto” funcionan bien.

La declaración de impacto ambiental de cada proyecto minero y el control están a cargo de la Dirección de Protección Ambiental y la Dirección de Minería. Cornejo decidió quietarle el rango de Secretaría  a Ambiente y ponerlo en la misma órbita y subordinada al Ministerio de Energía. Nadie de la Secretaría de Ambiente visitó la Legislatura para explicar el plan para mejorar el control de esa actividad. Los recursos de los encargados del área por ahora no crecieron. La Dirección de Minería tiene un presupuesto de poco más de 100 millones de pesos y casi no tiene inspectores. Protección Ambiental tiene un presupuesto de menos de 400 millones de pesos, 37 empleados y 29 personas entre inspectores y profesionales. Ese organismo es clave, pues también tiene a cargo el control de la actividad petrolera, los residuos y la mayoría de los conflictos ambientales. Ahora, por ejemplo, la DPA debe controlar que el saneamiento de los pasivos de Sierra Pintada se realice correctamente; lo mismo con el plan piloto de Potasio Río Colorado.

En mayo Mendoza será sumado a la Mesa del Cobre.

La discusión para aprobar el nuevo Código de Procedimiento está empantanada por el rol de Impulsa Mendoza. Esa empresa estatal será el pivot principal de la actividad. El Gobierno ahora intenta explicar que no se trata de una intervención estatal y que la empresa tampoco tendrá participación en los proyectos.

El proyecto establece que Impulsa Mendoza heredará y será el heredero natural de las áreas mineras vacantes. Pero no mantendrá la posesión sino que deberá llamar a concurso público en un plazo de hasta 180 días. Los adjudicatarios serían los dueños de las concesiones y deberán ejecutar en plan de inversión propuesto. La duda política está puesta en el poder de otorgar esas concesiones que tendrá Impulsa Mendoza, pues consideran que es una delegación de una potestad.

Mendoza tiene en ejecución un proyecto de exploración (Cerro Amarillo) y se aprobaron otros tres: as Choicas, El Burrero y La Adriana, las tres de la empresa Geometales. Son planes “junior” de un desarrollo incipiente. Si hay buenos resultados, se espera que luego escalen en magnitud, con la llegada de empresas más relevantes.

El cobre es el mineral deseado por el crecimiento de la demanda que se proyecta. A mediano plazo se cree que todo el cobre que se pueda producir "será poco" por la transición energética. "Para 2035 el faltante de cobre puede llegar a casi 10 millones de toneladas (equivalentes a unos 50 proyectos de clase mundial).

Sin esa producción de cobre, los objetivos de transición energética corren riesgo", advierten desde la Mesa del Cobre. Argentina no tiene ningún proyecto en producción, a pesar del potencial. Sí hay un camino incipiente y San Juan es la provincia con más oportunidades por el nivel de desarrollo que tienen los emprendimientos. Josemaría, Los Azules y El Pachón son tres de los 5 proyectos más avanzados del país, que se suman a Taca Taca, Salta, y Mara, en Catamarca. "De una producción de cobre prácticamente nula en la actualidad, Argentina alcanzaría un nivel promedio de 1.066 miles de toneladas por año (equivalente a 10% del déficit global de cobre en 2035)", se  ilusionan las empresas mineras, que prometen que si se dan las condiciones, podría haber inversiones por 20 mil millones de dólares. Esas condiciones tienen que ver con la macroeconomía: eliminar las restricciones cambiarias, más beneficios fiscales, estabilidad fiscal y legal y revisión de regalías y retenciones. Algunas de esas pautas están incluidas en el régimen de grandes inversiones propuesto por Javier Milei en la ley bases.

Cuando Cornejo habla de acelerar, apunta a aprovechar esa oportunidad que se avizora en el mediano plazo. Por ahora Mendoza corre desde atrás, pero el Gobernador quiere "crear las condiciones". El único proyecto de explotación avanzado es San Jorge, que fue rechazado por la Legislatura y debería volver a presentar la DIA para que se reconsidere. En el Gobierno apuestan todo a Malargüe, para evitar conflictos sociales.

Mdzol.com