Mendoza: Nuevo código minero y el "alto potencial" del cobre, según una consultora internacional

  • 17 de abril, 2024
La provincia vive momentos cruciales para el futuro desarrollo minero

La nueva norma que permite agilizar trámites e incentivar las inversiones para la minería de cobre es un pequeño primer paso para una actividad de largo plazo, alto impacto y llegada de inversiones.

Diana Chiani

La sanción definitiva del Senado provincial para la renovación del Código Minero en Mendoza, que permitirá agilizar los trámites para las exploraciones y emprendimientos mineros, es celebrada por los empresarios del sector. En especial porque una consultora internacional estableció que Malargüe tendría un alto potencial para la extracción de cobre, un departamento en el que hay consenso social y político para la realización de la minería.

De hecho, desde ese municipio se llevan adelante distintas políticas tendientes a crear el “Distrito Malargüe” que, por otra parte, cuenta con el impulso provincial con la futura creación de, entre otras cosas, el parque industrial Pata Mora.

Esto se suma a la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para la exploración de tres proyectos de prospección y exploración de cobre el año pasado. Se trata de El Burrero, Las Choicas y La Adriana, en los que tres empresas de capitales nacionales ya han comenzado las gestiones para saber si se trata de zonas aptas para la futura explotación de este material. Esto, mientras el proyecto Cerro Amarillo inició a fines de 2023 con el trabajo concreto de exploración, luego de terminar la infraestructura necesaria.

Más allá del movimiento firme del Gobierno provincial al incentivo de la minería de cobre de la mano de Impulsa Mendoza, la auditoría internacional aseguró que buena parte del cobre de este lado de la cordillera se encuentra en pórfidos. Esta característica, aseguran, permite su extracción dentro del marco de la Ley 7722 sin la utilización ni de cianuro ni de sustancias químicas similares.

En este marco, los empresarios ligados al sector y nucleados en las diversas cámaras mineras de Mendoza, celebraron estos avances. En especial, porque se pone en agenda el tema y por el apoyo político recibido en la Legislatura local.

El cambio en la Legislatura podría tener un correlato dentro de unos 5 años

El nuevo impulso para la minería de cobre, un material clave para la transición energética, no se traduce en el inicio de este tipo de actividades ni este año ni el próximo. Si bien las etapas exploratorias de los proyectos aprobados implican un movimiento y esperanzan a los empresarios en un contexto altamente recesivo, el paso para que se conviertan en mina es mucho más largo. No solo porque las etapas exploratorias requieren tiempo sino, sobre todo, debido a que las altas inversiones que caracterizan al sector no aterrizan sin más, sino que necesitan de, por lo menos, cierta estabilidad macro.

En su momento, Raúl Rodríguez, presidente de la Cámara de Empresarios Mineros de Mendoza (Camem), explicó que de 100 proyectos mineros, solo uno se convierte en mina. Es una estadística internacional del rubro, debido a que no solo hay que sopesar la existencia del mineral sino también su calidad y ubicación. Esto es clave para evaluar el resto de las variables, como por ejemplo el costo de extracción, donde la infraestructura existente es clave. Otras variables son inflación, seguridad jurídica y costos, comparados con otras regiones mineras.

“Todas son variables que se ponen sobre la mesa para determinar si vale la pena o no continuar con los pasos siguientes que van hacia la construcción de una mina para explotar el cobre”, detalló Rodríguez cuya cámara celebró el cambio en el código minero. En este marco, el tiempo que demora esta decisión depende de cada, pero hay que pensar entre tres y cinco años en los que se realiza la exploración, prefactibilidad y factibilidad y, en el caso de la construcción de la mina, lo que se llama ingeniería de detalles.

Mdzol.com